ANTE LA PARTIDA DE ANDRÉS CARRASCO
El día de hoy falleció el profesor Andrés Carrasco, científico y amigo quien en los últimos años hizo importantes aportaciones para los que estamos en la lucha anti transgénica, y por una agricultura sana.
Andrés Carrasco hizo una serie de investigaciones sobre los graves efectos en el desarrollo embriológico de los anfibios que tiene la exposición a glifosato, el herbicida más usado en el mundo debido a la expansión de la soya transgénica. Posteriormente empezó trabajos con glufosinato de amonio, otro de los herbicidas a los que están atadas las semillas transgénicas.
Sus resultados fueron tan contundentes que, debido a ellos, Andrés fue objetivo de una persecución por parte de los llamados “científico mercenarios”, quienes sin mayor fundamentación científica quisieron desacreditar su trabajo, porque en el existían evidencias fuertes que podían afectar económicamente a las empresas biotecnológicas. Hasta se hizo merecedor de un “wikileak” por parte de la embajada de Estados Unidos.
Como pensador, Andrés hizo fuertes críticas al camino que está tomando la ciencia y la investigación científica, que lejos de propiciar el pensamiento crítico, está cada vez más, al servicio del capital. El escribió en su blog: "Al mismo tiempo que la sociedad de mercado y su principal aliada la sociedad del conocimiento, milagrosa y salvacionista, avanzan sobre el control de las instituciones productoras de conocimiento, desestructura al sujeto critico como agente subversivo, suprimiendo toda valoración filosófica e ideológica que pudiere desafiar, desobedecer y/o fracturar, la celebración de la razón técnica".
Y pedía que haya más debate sobre las políticas de ciencia y tecnología, para que la sociedad se exprese sobre ella. Andrés fue además un militante que apoyó importantes procesos en contra de la expansión de los cultivos transgénicos y el uso extendido de glifosato. Apoyó a las Madres de Ituzaingó, uno de los primeros colectivos en poner en evidencia el grave impacto del glifosato en su vida, en su salud y en la de sus familiares y vecinos.
Andrés estuvo presente en todos los espacios donde se le convocaba, y compartía con generosidad sus conocimientos e ideas.
Conocí a Andrés a finales del 2012 en Quito, cuando el gobierno llamó a una consulta científica para sentar las bases de si el país debía mantenerse libre de transgénicos. Yo creí que iba a hablar de glifosato, de sus estudios, lo que hubiera sido muy bueno. Pero el no se limitó a eso. Cuestionó la ciencia (o tecnociencia) en la que se basa el desarrollo de los cultivos transgénicos. Advirtió el peligro de manipular con los genes, de la apilación en una misma planta de tres, cuatro, cinco genes, explicó la implicaciones evolutivas de esos experimentos hechos a escala global. Pero también hizo una crítica al modelo económico en el que se sustenta este gran experimento.
En México, en el Tribunal Permanente de los Pueblos volví a ver a Andrés, con su compañera, la bióloga Alicia Massarini. El tema eran las agresiones al maíz a partir del Tratado de Libre Comercio, y ahí de nuevo cuestionó “la falacia epistémica existente en la supuesta rigurosidad científica de la tecnología transgénica”. En un nota sobre el evento Alicia y Andrés señalaron que “quedó claro que debido a las múltiples dimensiones involucradas en este problema, la contribución que puede hacer una ciencia crítica en diálogo con otros saberes es sólo una de las miradas que deben tenerse en cuenta”, concluyendo que “la ciencia no tiene la última palabra”.
Varios de sus trabajos, pensamientos, inquietudes, y hasta algunos videos cortos editados por el, están en su blog
http://andresecarrasco.blogspot.com
Paz en su tumba
Elizabeth Bravo
LA VIDA VALE MAS QUE EL DINERO